Las 10 playas más bonitas de Mallorca

La playa natural más famosa de Mallorca se encuentra en el sur, cerca de Campos, y recuerda al Caribe por su arena blanca y fina y el agua turquesa. Su litoral de unos 2 km atrae tanto a turistas como a locales. No hay complejos hoteleros junto a la playa, sino dunas y salinas. Las familias disfrutan del agua poco profunda y del oleaje tranquilo. Sin embargo, hay poca sombra, por lo que es imprescindible llevar sombrilla. En temporada alta suele estar muy concurrida, por lo que se recomienda ir temprano o fuera de temporada. A pesar de la afluencia, Es Trenc conserva su calma natural.

Esta idílica cala en el noreste, cerca de Cala Ratjada, mide unos 500 m y está rodeada de pinares y colinas. La combinación de arena dorada y agua clara la hace especialmente atractiva. Con su suave entrada al mar, es ideal para niños. También es punto de partida para caminatas por el interior. Las corrientes son suaves y ocasionalmente se forman olas con el viento. En la parte trasera, los pinos ofrecen sombra natural. Aunque es popular, rara vez está abarrotada, especialmente fuera de las horas punta.

Situada en el parque natural de Mondragó, esta preciosa doble cala está rodeada de pinos, rocas y naturaleza protegida. Son dos calas pequeñas conectadas por un camino corto. El agua tranquila y la entrada gradual al mar la hacen ideal para familias. Hay un chiringuito y servicios básicos. A los buceadores les encantan las formaciones rocosas cercanas. Hay algo de sombra bajo los árboles. A pesar de su popularidad, nunca se satura. Ideal para relajarse junto al mar.

Situada cerca de Alcúdia, en el noreste, es una de las playas más largas de Mallorca. Junto a sus playas vecinas suma más de 5 km, ideal para paseos o vóley playa. Las familias la prefieren por su poca profundidad, áreas de juego y servicios. El mar es muy tranquilo. Hay poca sombra, pero se pueden alquilar sombrillas. Aunque concurrida, hay mucho espacio. Perfecta para pasar el día en familia.

Esta pequeña cala escondida al sur de Santanyí es uno de los lugares más espectaculares de la isla. Solo se accede por un camino empinado, por lo que se recomienda buen calzado. La recompensa: aguas esmeralda entre acantilados impresionantes. La playa mide solo 30 m y apenas ofrece espacio o sombra. No es adecuada para niños o personas mayores. El agua es profunda desde la orilla. En verano, está muy concurrida – lo mejor es ir temprano o fuera de temporada.

Esta cala remota en la costa este es un secreto para aventureros y amantes de la naturaleza. Tiene unos 90 m de longitud y solo se puede llegar a pie (20 min) o en barco. El agua tranquila y clara es ideal para bucear, y los acantilados cercanos invitan al salto. Hay algo de sombra bajo los pinos detrás de la playa. No hay servicios, por lo que se debe llevar todo lo necesario. No es ideal para familias con niños pequeños debido al difícil acceso. Normalmente está poco concurrida y es apreciada por viajeros independientes.

En el noreste, cerca de Capdepera, esta playa amplia está rodeada de dunas y colinas boscosas. Con arena fina, mide unos 300 m y desciende rápidamente al mar. Es ideal para windsurfistas por su ubicación abierta, aunque pueden formarse corrientes y olas. Las familias deben tener cuidado en días con oleaje. Hay pocos lugares con sombra, pero hay restaurantes cercanos. Es popular, pero por su tamaño no suele parecer llena.

Esta encantadora cala al sur de Santanyí mide solo 55 m, pero lo tiene todo para un día relajado. El agua tranquila y poco profunda la hace ideal para niños y nadadores poco experimentados. Las rocas a los lados dan algo de sombra. Hay un chiringuito acogedor. El acceso es fácil y hay aparcamiento cerca. Es muy popular, pero no suele estar llena. Llegar temprano ayuda a encontrar un buen sitio.

También en el parque natural de Mondragó, se accede a pie desde Cala Mondragó. La playa es amplia, de arena clara y con un ambiente muy natural. No hay hoteles, lo que le da una atmósfera auténtica. Ideal para familias por el agua tranquila y el ambiente relajado. Algunos árboles ofrecen sombra. Hay baños, pero poca infraestructura. Suele haber menos gente que en otras playas cercanas.

Ubicada en la ciudad portuaria del mismo nombre, esta playa ofrece dos zonas cuidadas con ambiente urbano. Protegida dentro de la bahía, el agua es muy tranquila. La playa es de arena y grava. El paseo marítimo invita a caminar, con restaurantes, cafeterías y tiendas junto al mar. Hay sombra bajo árboles o con sombrillas. Es muy popular entre familias y parejas. Al atardecer, el paisaje de montaña crea un ambiente encantador.